APRENDER A SER MÚSICO.
Siempre que un alumno afronta el estudio de una obra o estudio, se propone aprenderlo, por supuesto, ¿cómo podría ser de otro modo?, pues si, siempre hay otro modo, otro enfoque de las cosas, a lo largo de los muchos años de docencia de este maravilloso instrumento, he podido comprobar, que muchas veces, basta una palabra distinta, un enfoque distinto, para transformar la actuación de un alumno, y pasar como por arte de magia, de incorrecta a correcta, de "torpe a brillante", en apenas un instante, qué pensamos, qué nos pedimos es fundamental, así que aquello de intetar aprenderlo, cobra un significado absolutamente distinto, dependiendo de los conceptos que ponga en el intento cada alumno.
Hay un cuento oriental al respecto:
Hablaban una vez tres sabios doctores muy acaloradamente, era una reunión de los hombres más sabios de muchos paises y se discutía sobre la paz, uno decía. para tener paz hay que poner mucho krija!!!, otro decía... no, para tener paz, hay que poner mucho srami!!! y el tercero argumentó, no, para tener paz, lo que hay que poner es mucho gruppa!!!, cómo no se ponían de acuerdo, los ánimos empezaron a calentarse, hasta casi llegar a las manos, gracias qué llegó un cuarto sabio, este sabía idiomas, era todo un erudito y les dijo a los tres... cada uno de vosotros ha usado una palabra diferente para aludir a lo mismo, los tres decíais, que para tener paz, hay que poner mucho AMOR, los tres suspiraron profundamente, se dieron las manos en señal de paz y aprendieron la lección, antes de discutir, lo mejor es averiguar de qué en realidad se está hablando y yo os digo, antes de desesperar, preguntaros .... en realidad ¿qué me estoy pidiendo?, las palabras son para el cerebro, como el código HTML para un ordenador, basta cambiar una palabra, para que nada funcione cómo esperamos.
Ánimo y pediros muy exactamente aquello que quereis conseguir, cada cosa por pequeña que sea, necesita ser pedida con claridad de ideas.
El Profesor: Diego Fernández.