Un ejemplo de "Música Céltica", muy reiterativa, pero alegre y contagiosa, te hace llevar el pulso y adentrarte en la mentalidad del intérprete y nos permite apreciar otras facetas del Violín y como triunfa fuera de las orquestas sinfónicas o de los parámetros de nuestra querida Música Clásica, el arte es el arte o mejor dicho, EL ARTE SIEMPRE ES EL ARTE.
El Profesor: Diego Fernández.
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