Muchas veces prestar atención a algo con demasiado énfasis, provoca que esa gran capacidad de nuestra atención, muestre su otra cara de la moneda, la nula atención a otros elementos que también intervienen en lo que hacemos, por ejemplo, si prestamos mucha atención a la partitura...dejaremos de prestar atención a las manos, si prestamos mucha atención al pulso, dejamos de darnos cuenta de la musicalidad, si prestamos demasiada atención a no equivocarnos, la dejaremos de prestar a disfrutar simplemente haciendo lo que más nos gusta, tocar el Violín, si prestamos mucha atención a tararear lo que tocamos...nunca aprenderemos a pensar las notas con sus nombres, y así podemos seguir enumerando aquello a lo que seguramente no veremos, si solo miramos una cuestión.
La atención es básica para estudiar correctamente, pero debemos trabajar alternandola y sobre todo, tener una buena guía de trabajo, saber qué nos pedimos y cómo nos lo pedimos, para conseguir lo que pretendemos,es fundamental para avanzar.
Estád atentos.......
El profesor: Diego Fernández.